El rapto del cisne

«Cuando Robert Oliver, un renombrado pintor, intenta destruir un cuadro exhibido en la Galería Nacional de Arte, la única explicación que ofrece de su brutal acto, antes de caer en un silencio insondable, es tan enigmática como incompleta: “Lo hice por ella”.

¿Pero quién es ella? El psiquiatra Andrew Marlow, convencido de que es capaz de hacer hablar hasta a una piedra, no consigue sacarle nada a su misterioso paciente. Impulsado por una curiosidad profesional que poco a poco va convirtiéndose en una irresistible obsesión, Marlow se embarca en una incesante búsqueda de respuestas que lo lleva a investigar a las mujeres de la vida de Oliver y a internarse en los perturbados paisajes de la mente del pintor.

Hasta que el encuentro de unas cartas de amor de más de un siglo de antigüedad le hace descubrir una historia oculta de dramáticas traiciones y pasiones secretas que había tenido lugar en la Francia de finales del siglo XIX, una tragedia en el núcleo del impresionismo francés que tal vez contenga la clave del misterio de Oliver.»

Esta es la reseña que encontramos en «El rapto del cisne», un libro de Elizabeth Kostova, de 2010. Es un libro que leí hace unos meses, y recomiendo para todos. En él, como habéis podido leer, se juntan arte, historia, literatura, misterio y amor en una historia plagada de referencias artísticas. Toda la obra en sí gira en torno al mito de Leda y Zeus, y en torno a un cuadro del ficticio impresionista francés Gilbert Thomas que retrata el mito. Aunque este cuadro no existe (lo comprobé en internet ya que era tal la descripción del cuadro que parecía real), sí hay muchísimos ejemplos a lo largo de la historia de cuadros que relatan la historia.

El cuadro utilizado en la portada es «Leda», de François-Edouard Picot.

Para aquellos no familiarizados con el mito de Leda y Zeus, lo resumiré brevemente. Según cuenta el mito griego, Leda, una mujer casada, yacía desnuda a la orilla del río cuando Zeus, que estaba enamorado de ella, la vio. Zeus se transformó en cisne, y, fingiendo ser perseguido por un águila, se acerca a Leda y la seduce. Más tarde esa noche, Leda yació con su marido Tindáreo. Tiempo después, Leda puso dos huevos, de los cuales nacieron 4 hijos: Helena de Troya, Pólux, Clitemnestra y Cástor. Aunque hay distintas versiones respecto a las paternidades, se cree que tanto Helena como Pólux eran hijos de Zeus, y por lo tanto inmortales, mientras que Clitemnestra y Cástor eran mortales, hijos de Tindáreo.

A lo largo de la historia, tenemos muchísimos ejemplos de cuadros que cuentan el mito de Leda y el cisne.

«Leda con el cisne» copia romana del original, probablemente de Timoteo.

«Leda y el cisne», Miguel Ángel (copia del s. XVI)

«Leda y el cisne», Leonardo da Vinci, 1510-15

«Leda y el cisne», Tintoretto, 1555

«Leda y el cisne», Paul Cezanne, 1820-22

«Leda y el cisne», Henri Matisse 1944-46

«Leda atómica», Salvador Dalí, 1949

Personalmente me encanta la mitología griega, me parece tremendamente interesante todos los mitos y leyendas, todas las historias que se cuentan, las explicaciones mitológicas a sucesos históricos y científicos; creo que es una fuente de inspiración inagotable, y así se ve en el gran número de obras a lo largo de la historia que toman como inspiración escenas mitológicas.

Finalmente también querría añadir que recomiendo altamente el libro no solo como novela de misterio, sino como un libro para aprender un poco más de arte, que nunca se deja de aprender.

1 comentario
  1. Peggyisthequeen dijo:

    Lo cierto es que la mitología ha dado muchísimo de sí en el arte y éste todavía más. Me apunto el libro. Muy bien por tu entrada.

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